El nuevo impulso empresarial pasa por una buena formación directiva

Toda empresa que no invierta en la capacitación y el desarrollo de sus directivos, tanto en aspectos técnicos como en habilidades de dirección, será más vulnerable a los continuos vaivenes que genera este entorno económico tan volátil en que vivimos.

Sin embargo la formación y los planes de desarrollo del personal han sido las mayores víctimas de los recortes en gasto de las empresas por regla general. El pretexto de este recorte es la idea que las horas de un directivo en cursos presenciales o ‘en línea’ a través de la plataforma web es un gasto que en estos momentos ninguna empresa puede asumir. Pero si entendemos que el éxito de nuestras empresas pasa por la puesta en marcha de un plan de mejora continua en la gestión de nuestras estructuras, procesos y sistemas; este impulso de cambio de mejora tan sólo se puede canalizar desde la estructura de dirección.

Es un buen momento para plantearse si nuestros sistemas de gestión son verdaderamente efectivos para las nuevas exigencias del mercado o por si al contrario estamos siendo conformistas en el mantenimiento de sistemas que en su día sirvieron para levantar y desarrollar empresa, pero que a día de hoy resultan obsoletos. Las buenas iniciativas estratégicas tienen que partir de análisis fidedignos de nuestra situación financiera, nuestros recursos y el devenir del mercado. Pero ¿están realmente capacitados nuestros directivos en el estudio de este tipo de análisis?

Trabajamos mucho, pero ¿trabajamos en las cosas que realmente son efectivas para nuestras empresas? Sabemos que en teoría la planificación del trabajo por objetivos es el método más eficiente de gestión. ¿Pero están nuestros directivos capacitados para gestionar su tiempo, tienen herramientas para saber planificar su trabajo por fases de proyectos? ¿Sabemos implicar a nuestros equipos de trabajo en el desarrollo de los proyectos? Es  también un buen momento de ser más consciente de las habilidades de comunicación motivacional  que se está utilizando en nuestra empresa y de herramientas de monitorización del rendimiento de nuestros empleados para comprobar que esa comunicación está produciendo su efecto.

Toda inversión en capacitación directiva produce un retorno exponencial en mejoras de gestión operativa y en nuestra capacidad de retención de nuestro talento.